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Un sermón predicado la mañana del Domingo 19 de Noviembre, 1871
Por Charles Haddon Spurgeon
En el Tabernáculo Metropolitano, Newington, Londres.






Al trono de la gracia                                                    Hebreos 4: 16


Estas palabras son una joya

La verdadera oración es un acercamiento del alma, por el Espíritu de Dios, al trono de Dios. No se trata de expresar palabras, ni de sentir deseos únicamente, sino que consiste en poner los deseos delante de Dios, en un acercamiento espiritual de nuestra naturaleza con el Señor nuestro Dios.

La verdadera oración no es un simple ejercicio mental, ni una ejecución vocal, sino que es algo mucho más profundo que eso: es un intercambio espiritual con el Creador del cielo y la tierra.

La mediación del Señor Jesucristo es esencial para una oración aceptable. Oramos al Padre en el Nombre de Jesús.  El único intermediario entre Dios y el Hombre.

Se nos dice que nos acerquemos con confianza pero con completa sumisión, no oramos dándole instrucciones acerca de qué de hacer, ni por un instante dictarle un procedimiento

Hasta este momento, nos damos cuenta que hemos tenido una audiencia con el Rey de Reyes y Señor de Señores!  Grandes peticiones podemos llevar delante de Él.

Amados, el resumen de todas nuestras observaciones es simplemente este: la oración no es una bagatela. Es un acto elevado y eminente. Es un privilegio maravilloso y excelso. Bajo el antiguo imperio persa, unos cuantos miembros de la nobleza tenían permiso de acudir al rey en cualquier momento, y esto era considerado el más alto privilegio poseído por seres mortales. Ustedes y yo, el pueblo de Dios, tenemos un permiso, un pasaporte, para acudir delante del trono del cielo en cualquier momento que queramos, y somos alentados a acudir allí con gran determinación; pero aun así, no olvidemos que no es algo sin importancia ser un cortesano en los atrios del cielo y de la tierra, no es algo sin importancia adorarlo a Él que nos hizo y nos sostiene el ser.


Un trono que no fuera de gracia no se preocuparía por descifrar nuestras peticiones; pero Dios, el Ser infinitamente lleno de gracia, se sumerge en el alma de nuestros deseos, y lee allí lo que nosotros no podemos expresar con nuestra lengua.

¿Nunca han visto al padre, cuando su hijo está tratando de decirle algo, y él sabe muy bien qué es lo que el pequeñito tiene que decir, cómo le ayuda con las palabras y pronuncia las sílabas por él, y si el pequeñito ha olvidado a medias lo que quería decir, habrán visto al padre, cómo le sugiere la palabra? Así, el siempre bendito Espíritu, desde el trono de la gracia, nos ayudará y nos enseñará las palabras, más aún, escribirá los propios deseos en nuestros corazones.

La gracia está entronizada en este día, hermanos, porque Cristo ha consumado Su obra y ha subido a los cielos. Él está entronizado en poder.
Que Dios el Espíritu Santo nos ayude a usar correctamente de ahora en adelante "el trono de gracia." Amén.



Charles Haddon Spurgeon




Nota:  Este Sermón no está completo.  Tuve que resumirlo y estoy compartiendo parte de su contenido  ( lo más relevante ).  

Que Dios añada bendición a Su Palabra,

OVEJA  AGRADECIDA

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