Qué gran misterio!

21:37 laovejaagradecidablogspot.com 1 Comentarios


¡Qué gran misterio! 
El ser humano llega a conocer la fecha de su nacimiento, pero no sabe la fecha en que le tocará dejar este mundo, por supuesto hay sus excepciones, tal como es el caso de aquel  que está condenado a morir, luego de haber sido juzgado,  sentenciado y establecida la fecha de ejecución; o aquellos que ignorantemente mueren por una falsa creencia y son aquellos suicidas que se ponen bombas en sus cuerpos para hacerlas detonar y dañar a la humanidad por puro gusto.

Quién no le teme a la muerte? 

Muchos desean no  tocar ese  tema, porque nadie quiere morir, pero todos en un momento de nuestra vida debemos pensar en ello.
Déjeme decirle que desde que  el ser humano nace, todos sin excepción  traemos una sentencia de muerte, refiriéndome a la muerte física, por lo tanto hay razón para hacer un espacio en nuestra vida y dedicarla a meditar en ella; porque también espiritualmente hablando, tenemos una sentencia de muerte; pues dice la Biblia en el Libro da los Efesios 2:1,2, que todos los seres humanos estamos muertos (para Dios) en nuestros  delitos y pecados y por la falta de conocimiento bíblico no enderezamos nuestro caminar, de tal forma que nosotros mismos estamos logrando que esa sentencia de muerte se pueda ejecutar, porque la paga del pecado es muerte, así está establecido por el Creador, pero El también nos da la salida y es por medio del ARREPENTIMIENTO, es decir reconociendo que somos pecadores,  que podemos anular el decreto establecido para el ser humano y cambiar la sentencia de muerte por vida, ya que nuestro Señor Jesucristo dejó clavado en la cruz del calvario ese decreto y venció a la muerte, porque en El no había pecado, de tal forma que Dios lo levantó de entre los muertos para una Resurrección de Vida y por ello ahora en Jesucristo tenemos la oportunidad de vivir eternamente.

La muerte ya fue vencida por nuestro Señor Jesucristo:
 El apóstol Juan relata: “Cuando le vi, caí como muerto a sus pies.  Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas  he aquí que vivo por los siglos  de los siglos amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.” (Apocalipsis 1:17-18)

Los Cristianos podemos declarar que no le tememos a la muerte.  Hacemos nuestra la siguiente afirmación:

“Nosotros  somos seres de carne y hueso.  Por eso Jesús se hizo igual a nosotros.  Solamente  así podía morir para vencer al diablo, que tiene el poder para matar.  Con su muerte, Jesús dio libertad a los que se pasaban la vida con miedo a la muerte”(Hebreos 2: 14-15  traducción en Lenguaje Actual).  Como puede ver, todo lo anterior ha sido escrito para que comprobemos los beneficios de mantenernos en Dios y con Dios.

Muchas personas demuestran que no le tienen miedo a la muerte, cuando en las tumbas de sus seres queridos mandan a grabar epitafios (leyendas) no muy sanas y que aparentan que toman a la ligera ese acontecimiento. Al pié de esta reflexión comparto unas fotos, las cuales se explican por ellas solas.

Para finalizar, quiero referirme a las famosas siglas, las cuales son escritas en las lápidas de todas las tumbas:     Q.D.E.P  =  que descanse en paz  ó  Q.D.D.G. que de Dios goce.

Encuentro una disyuntiva en esos positivos y bonitos  deseos.  OPINO que al que se le ocurrió tales  leyendas, hace énfasis  en dos cosas: descansar en paz y  que goce de la presencia de Dios.

Con todo respeto deseo externar que los dolientes de la persona fallecida, NO deben de tomar a la ligera tales leyendas solamente por escribirlas. Deben de asegurarse que ese ser amado, realmente descanse en paz.  Recuerde que las palabras se las lleva el viento

No así, las palabras dichas por Jesucristo:  Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá. ( Juan 11:25)   Y ésta es la voluntad del que me envió:  Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo lo resucitaré en el día postrero. (Juan 6:40)

Espero en Dios que exista un verdadero compromiso  para NO SEGUIR CALLANDO tantas verdades dichas a medias, aun corriendo el riesgo de ser marginados, aun peor, ser echados del núcleo donde convivimos.   VALE LA PENA, PORQUE ARREBATAREMOS UN ALMA DEL INFIERNO. 



Con amor fraternal,
Bertha  de Martínez



   




1 comentario: